Mientras Baba duerme

La mancha azul del techo se parece a una nave espacial que se ha tragado una boa gigante que se ha comido un elefante. Si me bajo de la litera, Baba se chivará a mamá. Esa enana siempre me fastidia. Todavía queda una hora para levantarnos. Creo que sé como apañármelas. Si dejo caer el cuaderno táctil… Me parece una tontería que nos obliguen a dormir con él. Papá siempre se enfada conmigo cuando lo lee. ¿No piensas en otra cosa nada más que en fórmulas? Ellos quisieran que fuera como los otros niños: que le gustara pintar como Van Gogh, tocar como Paul Coltrane o escribir como Ursula K. Le Guin. «Ahora que podéis», dice mamá. Burdas copias. Yo no quiero ser como ellos ni como los otros niños. Tampoco quiero vivir en este edificio mohoso con manchas de animales en las paredes.

Puedes leer el relato completo en el número 4 de la revista Droids & Druids, un número dedicado al arte y publicado en Lektu. Requiere pago social (puedes leerlo gratis si publicas un post en Twitter o Facebook).